MEJORA CONTINUA
CAMBIAR HÁBITOS
¿Cómo
cambiar hábitos?
Este proceso es muy lento y requiere de constancia, dedicación
y mucha práctica.
Para
entenderlo mejor, les contaré una anécdota. Cuando era adolescente, pertenecía
al coro de la parroquia de mi barrio. Yo solo cantaba, a diferencias de otros
amigos que además tocaban la guitarra. Es decir, en la habilidad de tocar la
guitarra era un Incompetente
Inconsciente... No sabía tocar guitarra, pero vivía feliz. Al poco tiempo
observé que quienes tocaban guitarra tenían muchas amigas, y yo no tenía
ninguna. Solo me bastó un día para tomar conciencia de que no sabía tocar
guitarra. A partir de ese momento, me convertí en un Incompetente Consciente: me empecé a inquietar con la idea de
aprender a tocar guitarra y decidí hacerlo a como diera lugar.
Aprender a
tocar me tomó varios meses, pero finalmente empecé a dar mis primeros acordes.
Recuerdo mucho que un día un amigo me dijo, mientras tocaba con mucha
concentración y tensión: "Canta. ¿Por qué no cantas?, Lo quedé mirando y le
dije: "No puedo. Estoy en una etapa en la que solo puedo tocar o cantar,
no las dos cosas a la vez". Es decir, la competencia ganada era tan nueva
que debía ejecutarla con mucha concentración.
El nivel alcanzado
era el de Competencia Consciente, que
es la etapa crítica en el proceso. Debemos ser muy persistentes y practicar
mucho hasta alcanzar el último y definitivo nivel.
Al
principio, no tocaba algunas canciones porque no sabía las notas que seguían en
la canción y alguien me tenía que ayudar.Con el tiempo, conseguí tocar y cantar
con tal naturalidad que ya no pensaba qué nota formar. Mi mano lo hacía sin pensar,
como si tuviera memoria o, algo mejor, inteligencia. Esto me indicó que ya
había alcanzado el último nivel: el de la competencia consciente. Nos pasa a
todos, te pasa a ti. Recuerda cuando aprendiste a conducir tu auto: al
principio, no querías distraerte, bajabas el volumen de la radio, evitabas la
conversación con tu ocasional acompañante. Ahora te ha pasado que el domingo
por la mañana, sin querer, tomaste la ruta a tu trabajo y condujiste más de
quince minutos, sin darte cuenta de que ese no era el lugar al que ibas. Sin
embargo, no lo hiciste mal....’ ¿Cómo pudo pasar? Nada: lo hiciste en piloto
automático, porque tu competencia ya es inconsciente, ya te habituaste a esa
práctica.
Bien, ya
estamos listos para emprender nuevas filosofías y maneras diferentes de hacer
las cosas. Solo nos hará falta -no lo olviden- mucha dedicación y constancia de
propósito. El tiempo hará el resto.
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